La historia de Antonio Esteban Villalobos y la Medicina Natural es la historia de su familia. La de su abuelo materno y su padre, la de sus seis hermanos, y ahora la de sus hijos.
Los primeros recuerdos de las plantas medicinales le llevan a su infancia. Son los años cuarenta cuando su padre, secretario de juzgado, oposita y es destinado al norte de España.
En pleno mes de enero les recibe una impresionante nevada y los juegos en la nieve terminan con un buen catarro para Antonio. Su padre le trata con una mezcla de plantas que hace que olvide el resfriado en unos días.
Es el primer contacto de Antonio Esteban con las plantas medicinales, el primer motivo para quererlas: las plantas le curan.
El siguiente recuerdo que está en el germen de la historia de Soria Natural es el de una casa siempre llena de amigos, vecinos y conocidos que piden plantas a su padre y a su abuelo para distintas dolencias.
Antonio es el encargado de recogerlas para suministrar la botica familiar. Conoce las plantas, las quiere, las busca, las cultiva y las recolecta.
Con ellas su abuelo fabrica las mezclas de extractos con las que poner remedio a esos achaques. En aquellas gotas está la base de la gama Composor que, tras más de treinta años de historia, es hoy la familia de productos de referencia de Soria Natural.
Cuando, en los años 80, la crisis del petróleo lleva al cierre de la fábrica de Soria en la que Antonio Esteban trabajaba como perito industrial, éste decide comenzar un viaje que se presentaba incierto.
En la maleta: los consejos de su padre, la ayuda de sus hermanos, dos hoces, sus conocimientos profesionales como ingeniero técnico, una pequeñísima nave y 300.000 pesetas que le habían prestado. A eso le añade mucha ilusión, ambición y capacidad de sacrificio.
Con todo ello Antonio Esteban puso en marcha Soria Natural. Empezó segando, recolectando plantas medicinales, secándolas y procesándolas en una pequeña nave. Él mismo se encargaba también de recorrer los herbolarios de toda España vendiendo el producto.
Rápidamente, Antonio Esteban se dio cuenta de que el embolsado de plantas no era la vía para progresar. Sus conocimientos derivados de su formación como perito industrial le permitieron crecer.
Sin medios económicos para poder comprar la maquinaria que necesitaba para industrializar un sector anclado en el tiempo, él mismo se encargó de diseñar las máquinas que no podía adquirir en el mercado.
En 1988 se produce otro hito en la historia de Soria Natural: el traslado a las actuales instalaciones, las que había ocupado la fábrica del sector de la automoción en la que Antonio Esteban había trabajado tiempo atrás. Hoy son la sede de un laboratorio de vanguardia con más de 30.000 m2.
Una vez mecanizada la producción el siguiente empeño de Antonio Esteban fue la innovación. Investigar y seguir buscando nuevos usos y propiedades de las plantas medicinales para desterrar la imagen que asociaba la fitoterapia con curanderos y sanadores y vincularla con el conocimiento científico y la investigación.
Combinó dos conceptos, calidad total e I+D+i, con el objetivo de revolucionar el sector. Esa revolución continúa hoy.
Paralelamente, Antonio Esteban fue abriendo nuevas puertas, algunas completamente inéditas en aquellos años. Entre ellas la de la Alimentación Ecológica tal y como la conocemos hoy.
Cuando en España defender el consumo de productos procedentes de agricultura bio, con materias primas libres de pesticidas y fertilizantes, era sólo una rara moda, Soria Natural apostó por ella.
En España, pocos veían entonces las negativas consecuencias del modelo agrícola “productivista” tanto para la salud como para el medio ambiente.
Antonio Esteban, sin embargo, apostó por la agroecología, los cultivos limpios y la alimentación orgánica para Soria Natural y, en los primeros años de la década de los 2000, ya contaba con un amplio catálogo de alimentación con casi un centenar de referencias cien por cien vegetales y ecológicas.
Fiel a la idea de progreso y desarrollo que supuso el inicio de la actividad, a comienzos de los años noventa Antonio Esteban visita México y decide que, para seguir creciendo, Soria Natural debe saltar fronteras.
La historia de Soria Natural avanza en 1993 cuando se instala un centro de distribución en México D.F. que en 2011 es trasladado al estado de Querétaro para ampliarse y convertirse hoy en un centro de producción, almacenamiento y administración con casi 4.000 m2.
México es sólo el primer destino de un viaje que ha llevado los productos de Soria Natural a los mercados más importantes del mundo.