Para logar que tu cerebro rinda al máximo es imprescindible seguir unos hábitos de vida saludable.
Comienza por distribuir de manera ordenada el tiempo, teniendo en cuenta que existen determinadas horas, generalmente al inicio de la jornada, en las que la concentración es mucho mayor, por lo que es recomendable que las tareas más complicadas o monótonas las lleves cabo durante ese horario. Cuando estudies realiza un pequeño descanso cada 50 minutos, ampliándolo a medida que pasen las horas, sin llegar a exceder los 30 minutos.
Duerme al menos siete horas diarias y huye del estrés. Utiliza técnicas de relajación o ejercicios de respiración para mantener las concentración.
Ejercita el cerebro. Del mismo modo que hacemos con el ejercicio físico para mantener el cuerpo en forma, el cerebro también necesita entrenamiento. Ponlo en marcha haciendo pasatiempos, aprendiendo a tocar un instrumento o practicando otro idioma.
Planifica una dieta adecuada, que incluya:
Cuando necesites un rendimiento intelectual extra también puedes potenciar tu actividad mental con fosfatidilserina de origen vegetal. La fosfatidilserina es un nutriente que mejora la comunicación entre las neuronas potenciando la memoria y el aprendizaje. Aunque se da en muchos alimentos, la cantidad es tan pequeña que puedes apoyarte en un suplemento obtenido de la soja. Te ayudará a mejorar la capacidad de atención y concentración, logrando que asimiles mejora la información para los exámenes. La fosfatidilserina también fortalece la capacidad para recordar y la agudeza mental.