Los síntomas de la astenia son sensación de debilidad y falta de vitalidad generalizada que dificultan la capacidad para trabajar e incluso realizar las tareas más sencillas. El tratamiento más eficaz: la prevención. La fitoterapia nos ofrece plantas que pueden aumentar nuestro vigor.
Esta especie de flojera física e intelectual no se presenta, como sería normal, después de realizar un gran esfuerzo. Se manifiesta y persiste en ausencia de esfuerzo habitual y mejora poco o nada con el descanso.
Sin duda, el tipo más frecuente de Astenia es la que se manifiesta como consecuencia de los cambios climáticos durante la primavera, y que es conocida como Astenia Primaveral. Afecta sobre todo a mujeres, con edades comprendidas entre 20 y 50 años. A pesar de su elevada incidencia, es de carácter leve y remite al cabo de pocos días. Este fenómeno se debe a una mala adaptación del organismo a los cambios que ocurren en el medio ambiente en esta época: luz, temperatura, humedad, etc. Los síntomas remitirán tan pronto como el organismo sea capaz de modificar sus ritmos biológicos y adaptarse a la nueva situación.
El mejor tratamiento de la astenia primaveral es la prevención, por lo que te ofrecemos varios tips para ello:
Mantén horarios fijos tanto para acostarte como para levantarte.
Procura hacer las comidas siempre a las mismas horas. Te aconsejamos que distribuyas la alimentación en cinco tomas diarias.
El desayuno ha de ser consistente y aportar la energía necesaria para mantener el ritmo que exigen las tareas que se presentarán durante la mañana; y las cenas ligeras, al menos dos horas antes de acostarse, para que la digestión no interfiera un sueño que debe ser reparador.
La dieta debe ser baja en grasas.
Sustituye el consumo de sustancias excitantes por infusiones de plantas medicinales.
Practica ejercicio físico con moderación, mucho mejor si es al aire libre: el sol da vitalidad y fuente de salud.
En el trabajo, realiza breves descansos, que se pueden aprovechar para realizar algún ejercicio de relajación o respiración.
Además, la Fitoterapia ofrece plantas que te pueden ayudar a:
Aumentar la vitalidad: ginseng, eleuterococo, romero.
Potenciar el sistema inmunológico: equinácea, tomillo.
Mejorar las defensas: propóleo (producto natural procedente de las colmenas).
Depurar y eliminar sustancias tóxicas: cola de caballo, diente de león, ortiga verde.