La ashwagandha es una planta valorada desde hace miles de años por la medicina tradicional india o Ayurveda. Su traducción literal es “aroma de caballo”, que hace referencia a su fuerte olor y a la fuerza y vitalidad que la ashwagandha aporta, comparable con la de este animal. Los whitanólidos, los alcaloides y las lactonas, son los principales compuestos activos que le confieren a la ashwagandha sus propiedades terapéuticas.
Especialmente
utilizada como adaptógeno por su capacidad para ayudar a adaptarnos física y
mentalmente a diferentes situaciones de estrés, sus beneficios sobre la salud
han sido comprobados en diferentes estudios y son cada vez más conocidos.
ESTRÉS Y LA ANSIEDAD
Ayuda
a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Además, tiene efecto
calmante sobre el sistema nervioso central, ejerciendo un efecto de
recuperación del equilibrio físico y mental.
SUEÑO
El
extracto de raíz de ashwagandha mejora la calidad del sueño y reduce el tiempo
necesario para conciliarlo, mejorando el estado mental y la calidad de vida.
FUNCIÓN COGNITIVA
Sus
propiedades antioxidantes protegen a las células neuronales del daño causado
por los radicales libres, ayuda a mejorar la memoria y concentración y como
adaptógeno, reduce la fatiga mental.
ENERGÍA Y VITALIDAD
Contribuye
a incrementar los niveles de energía y reducir la fatiga, mejorando la
vitalidad, el rendimiento físico y la sensación de bienestar general.
OTROS
Diferentes
estudios también le atribuyen a la ashwagandha propiedades sobre la salud
cardiovascular, la fertilidad masculina, la diabetes, la artritis, el alivio
del dolor