El síndrome de las piernas cansadas se produce cuando las venas tienen dificultad para enviar la sangre de vuelta desde las extremidades inferiores al corazón. Lo normal es que la contracción de la musculatura impulse la sangre en contra de la gravedad y un sistema de válvulas en el interior de las venas se encargue de impedir que la sangre vaya hacia abajo. Si esto falla comenzarán las molestias. La sangre se estanca, se dilatan las venas y se filtran líquidos a los tejidos.
El problema es más habitual en mujeres, debido a factores hormonales, y sus síntomas aumentan con la edad dado que las venas van perdiendo elasticidad con los años. Aunque no es sólo un problema exclusivo del verano, la incidencia aumenta con la llegada de las altas temperaturas.
Enemigos a combatir:
Hábitos que te ayudan:
Atención a la dieta:
Cómo tratarlas: